München – Impuesto religioso directo

En Alemania no existe el monopolio religioso. El bacalao se lo reparten a partes iguales evangelistas (31%), católicos (31%) y otras sectas, excepto en Baviera, donde los católicos son dominantes.

Por ello, a diferencia de España, el Estado Alemán no pregunta: «-A ver, cuánta gente se traga vuestros cuentos? -Buf, todos, 99 y pico por ciento. -Ah, muy bien, aquí tienes 141 millones de euros«. Por el contrario, cada persona al censarse debe declarar su religión, dato que se mantiene secreto. De esta forma, existe un impuesto directo y proporcional, que aparece reflejado en la nómina, con el que cada mes puedes pagar el servicio que te ofrece tu empresa religiosa favorita.

Cuando todos los meses vuelan de tu cuenta corriente 30€ o más (dependiendo de tus ingresos) y, más importante, los ves marcharse con tus propios ojitos, empiezas a pensar que el servicio que te ofrecen por insultarte, limitarte, manipularte y crisparte sale un poco caro. En esta situación, la apostasía no es una cosa que está de moda, una anotación al margen en un libro parroquial. No, es un trámite administrativo imprescindible para que no se te vaya cada mes lo que costaron todos tus regalos de la comunión.

El Gobierno Español ha intentado en los últimos años rehacer los acuerdos con el Estado Vaticano, pero parece que no se llega a buen término. De hecho, los tiros parece que salen por donde no debieran y la aportación voluntaria por la Renta sube del 0.52% al 0.8%.

«A priori, las simpatías del Gobierno se decantan por el modelo alemán, donde sólo paga un impuesto religioso quien se reconozca católico. El Estado sólo se encarga de recaudarlo. Pero la Conferencia Episcopal descarta la solución alemana, ya que considera que no encaja en los acuerdos entre España y la Santa Sede.«

Para terminar y ponerle colorines al artículo, añado unas fotos de Haw Par Villa, un parque temático en Singapur donde se explican las religiones y mitologías chinas con esculturas que, en expresión, crudeza, solemnidad y belleza, claramente no tienen nada que envidiar al mismísimo Gran Poder.

Singapur - Esculturas

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