Desayunando domingueramente hace unos fines de semana, durante una discusión con Amália sobre la filología y el origen de las lenguas actuales (discusión interrumpida por algún «pásame el fuagrás» y «las tostadas se queman») se me ocurrió que había una forma automática de comparar idiomas, relativamente sencilla de implementar. Consiste en lo siguiente: Conseguir diccionarios …