En Alemania no existe el monopolio religioso. El bacalao se lo reparten a partes iguales evangelistas (31%), católicos (31%) y otras sectas, excepto en Baviera, donde los católicos son dominantes. Por ello, a diferencia de España, el Estado Alemán no pregunta: «-A ver, cuánta gente se traga vuestros cuentos? -Buf, todos, 99 y pico por …